¿Qué es la obsolescencia programada?
Siempre habrá escuchado a la gente mayor comentar de que los electrodomesticos, enseres y otros elementos que compraron antaño eran duraderos y muy resistentes. Lo que la mayoria no sabe, pero si percibe, es que en la actualidad los productos estan preparados para durar menos de lo que realmente pueden llegar a hacerlo, es lo que se conoce como obsolescencia programada.Para la industria, esta actitud aumenta la demanda al alentar a los consumidores a comprar nuevos productos de un modo artificialmente acelerado si desean seguir utilizándolos.
Algunos ejemplos de obsolescencia programada que tomos hemos sufrido son:
- La longevidad de cada bombilla se limitaba a mil horas. En poco menos de 2 años pasó de 2.500 horas de vida útil a menos de 1.000.
- DuPont con el lanzamiento en 1940 de las medias de nailon. Este nuevo material las hacía prácticamente irrompibles, y tuvieron un gran éxito de ventas. Sin embargo, años después, el atuendo femenino ya no era tan resistente.
Pros y contras
Para los empresarios y fabricantes encargados de producir y lucrarse con ello, es , en principio, una ventaja, ya que aumenta su volumen de negocio. Aun así y en contra de lo que podría parecer, para ellos también puede suponer algo negativo, ya que si la producción se multiplica también lo hacen los residuos, al tiempo que se reducen las materias primas, dos cosas que nos afectan a todos.A los consumidores, además, nos afecta al bolsillo. Y en contra de lo que algunos defensores podrían decir, alargar la vida de los productos no provocaría un descenso de puestos de trabajo, sino que crearía otros nuevos, ya que los negocios de segunda mano y reparación funcionarían más y mejor.
En mi opinión, y a vista de todos, desde hace muchos años la economía funciona de esta forma: compramos, tiramos y volvemos a comprar, esto es positivo para las grandes empresas que han aumentado sus ventas, y por consecuente, sus ganancias,pero los recursos se acaban y esto dejará de ser rentable en un futuro.
Deberíamos intentar no comprar de nuevo y adoptar otras medidas como el reciclaje.
Yo, personalmente, si he sufrido la obsolescencia con mis planchas del pelo. Las compré en verano y estas navidades me han dejado de funcionar. Las lleve a un técnico reparador y me aconsejó que me comprara otras nuevas, puesto que me darían muchos problemas aunque él me las arreglara en ese momento.
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